Ángela Serna

SER PALABRA DESNUDA

¿Quién es esta mujer que pasa?

 

En SER PALABRA DESNUDA, más que emprender un mero ejercicio recopilatorio de la poesía de Ángela Serna, hemos optado por definir su geografía personal, escuchar la musicalidad de su taller interno, evidenciar el rumor de su paso por el mundo y descifrar el profundo silencio que en el fondo de su palabra nos sobrecoge. Porque como dejó escrito María Zambrano: Todo pasa, corre el agua del río, pero el cauce y el río mismo permanecen; mas, es menester que haya cauce y el cauce de la vida es la verdad, esa verdad que tanto busca y destila la poética de Serna.

 

En cuanto al contenido, en este primer tomo se compendian cuatro poemarios que abarcan un lustro (de 2006 a 2011). No siguen el orden de publicación, sino el que, parafraseando a León Felipe, permite afirmar: toda mi poesía no es más que un solo y único poema. Así lo entiende su autora. Así puede ser y debe ser.
El material se organiza a modo de cuadernillos -uno por cada poemario- que recogen no sólo la obra poética de Ángela Serna, sino también el estado de opinión generado por cada uno de los libros que, como seres orgánicos que son, precisan de su espacio vital. Consta por tanto cada cuaderno, a los que llamaremos “Estancias”, de tres partes: Enunciado, Corpus y Corolario. Cierra el libro un apartado final -a manera de epílogo- que responde y da sentido al subtítulo “¿Quién es esta mujer que pasa?”

POEMARIOS: – De eternidad en eternidad / Luego será mañana / Pasos / La desmesura del círculo –

Edición de contenidos: Ángela Mallén
Ilustraciones y fotografía: Mary Zurbano

22,00

ISBN: 978-84-125959-9-4 / 18 cm x 15 cm / 302 pág.

(Gastos de envío gratuitos sólo para España)

Ángela Serna, Salamanca (1957)
Castellana de origen y vasca de adopción, bien podría ser la mujer que pasa de Ana Ilce Gómez, la Nadie de Emily Dickinson o el reloj en medio de la nieve de Inger Christensen. Poeta, traductora, profesora, enamorada de la música y de la pintura, recorre pueblos y ciudades recitando poesía. Con más de una docena de poemarios publicados, algunos traducidos, sigue esperando la llegada del Poema y se sorprende cada vez que alguien se detiene en sus libros. Sabe que es inútil ocultarse tras la piel de un poema y está convencida de que somos un palimpsesto, por ello no oculta sus referentes, entre los que se encuentra Ángela Figuera Aymerich, a quien debe el titulo de este volumen.